4x10 Mientras haya amigos
- Sergio Camuñas Gómez
- 6 jun 2021
- 4 Min. de lectura

Comenzamos la cuenta atrás al verano con más interrogantes que nunca. He sabido siempre lo que quería conseguir, siempre he tenido una meta, un propósito. Hoy estoy sin rumbo. Por primera vez en mucho tiempo, acabo una etapa y no sé qué empezaré. Como en toda crisis existencial de final de temporada, en este caso de mid season, solo podemos coger las maletas y marchar. Será que el calor este año es más calor que nunca o que la fiebre de los chicos del Upper East Side nos persigue, pero Paris en verano parece la mejor opción para encontrar nuestro rumbo.
Esta historia comenzó hace seis meses en un intento desesperado por sentir. Su comienzo, como cada capítulo de nuestra serie de ricos favorita sería algo así:
¡Visto!
Con la llegada del calor suben las temperaturas y, todos sabemos, que cuantos más grados en el termómetro, más grados en los corazones de nuestros pijos del Upper East Side.
Este año, S y A han optado por pasear por las calles de Paris en busca de nuevas aventuras y amores plagados de vino a las orillas del Sena. Se dice que no hay ciudad más maravillosa que Paris para disfrutar de unos días de desconexión y, nuestros chicos, se lo tienen más que merecido.
Los seguiremos de cerca, porque no hay nada que le guste más a la Reina Cotilla que una buena dosis de compras en los Champs-Elysees y miradas furtivas en el Café des Fleurs.
Elegir Paris no es al azar. En mi caso es el signo del comienzo de la decadencia. La primera vez que pisé la ciudad sin ningún tipo de expectativa acabé enamorado de sus calles. Una navidad que sirvió de antesala al inevitable giro circunstancial de los hechos de la humanidad. La última vez que sentimos antes de quince meses de miles de preguntas sin respuesta.
Es momento de recuperar la esperanza en la ciudad. De recuperar la esperanza en general, porque a la ciudad siempre le he tenido especial cariño. Será porque es el primer viaje televisivo que recuerdo de la mano de Brenda, ese verano en el que comienza a fumar y a considerarse una completa adulta por haberse ido de intercambio con su oxigenada amiga Donna en Sensación de Vivir.
Todos van a Paris. Unos le sacan mayor partido que otros. Escenas que se quedan en el recuerdo como todo el shooting de Audrie Hepburn vestida de Gyvenchy en Una cara con Ángel. Otras, sin embargo, quedan cortas, y ni una proposición de matrimonio o declaración de amor, como en el caso del final de temporada dos de The Bold Type, arreglan el estropicio de semana de la moda que se marcaron.
Pero todos van. Serena y Blair para olvidarse de un año de infierno y hacer frente a la siguiente etapa –que difiere bastante de la idea de universidad que podemos tener los humanos de bajos fondos- disfrutando de los amores con camareros de facciones a los Louis Garrel y vistiendo un Oscar de la Renta para dejar al amor de tu vida aun queriéndolo. Los chicos de LOL en su viaje de fin de curso al son de la música de Supergrass. Selena Gomez que se embarca en su aventura a Montecarlo o Andrea Sachs del diablo viste de Prada que vende su alma por una semana de la moda y sus primeros Jimmi Choos.

Pero aún es pronto, no podemos adelantar lo que va a pasar en próximos capítulos porque no estamos tan cerca de ello y, quedan aún historias que contar. Antes de Paris: mil planes.
El que la gente esté acudiendo de manera asidua al psicólogo en los últimos meses hace replantearte tu futuro profesional y sobre todo conocer esos pequeños tips que tan interiorizados tienes y que solo experimentas cuando de verdad lo necesitas.
En la búsqueda insaciable de un futuro construido, lo mejor que puedes hacer mientras lo construyes es mantener activa la mente. Al igual que el verano pasado la tuvimos muy conectada con la depresión, este año queremos conectarla con las personas. Cuantas más, si nos es permitido, mejor.
Siempre tengo especial cariño al mes de junio independientemente de lo que suceda o deje de suceder, junio se presenta siempre como el comienzo de algo nuevo, ese libro pequeño con capítulos cortos que vuelves a leer cuando te sientes mal, muy distinto al libro que comienza en septiembre y que no es malo, pero es más extenso y es más costoso de leer.
Aunque se presente el verano como lleno de interrogantes lo que si se es que los planes llegan hasta final de agosto y esa sensación es de lo más enriquecedora. Amigos que se quedaron lejos durante todos estos meses, amigos que han estado cerca. Lugares que quedan por descubrir y a los que volvemos porque nos encantó descubrirlos en su día. Una nueva normalidad que como cualquier capítulo deja mil de historias que contar.
Poco que contar hasta que no vuelva a retomar la vida tal y como la quiero. Mientras escribo estas líneas solo tengo pájaros en la cabeza y maletas a medio hacer. Imagino largos días de verano tostado al sol, noches de cine clásico, amores fugaces y amigos eternos.
Solo pienso en que cada destino que tengo programado será una nueva historia que contar y que, por fin, el verano será lo que fue. Esa época del año donde lo único que importaba era levantarte por la mañana para ver Los Rompecorazones, Popular, Dawson Crece o cualquier chorrada de la 2. Quien me diría que sin ser actor, puedes vivir una segunda adolescencia, con la de veces que envidié a los protagonistas de Un Paso Adelante.
Como la cosa va de interrogantes, bueno, lanzo uno ¿Cuántas aventuras seré capaz de hacer frente estos meses?
Espero contestar esta pregunta a la vuelta, de momento:
Bisous, Bisous
Olite43
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