top of page

2x04 New guy

  • Foto del escritor: Sergio Camuñas Gómez
    Sergio Camuñas Gómez
  • 23 oct 2017
  • 4 Min. de lectura


La elección del compañero de piso perfecto nunca es fácil. Siempre intentas descartar con quien crees que tendrás afinidad y vas a lo fácil, al conocido. Ese pensamiento, o más bien, ese acto, lo realizamos con frecuencia todos y probablemente en muchos casos nos hemos dado cuenta de la equivocación. Hay que seguir tres normas básicas en convivencia:

  • No te vayas a vivir con un amigo, lo puedes perder.

  • No te vayas a vivir con tu pareja, lo puedes dejar.

  • No te vayas a vivir con alguien del trabajo, no podrás desconectar.

No siempre se cumple esta regla, pero no tientes a la suerte y conoce, que del conocer nació este maravilloso mundo que nuestros personajes han creado alrededor de Olite43.


Haciendo la primera criba, las posibilidades de encontrar compañero de piso se reducen bastante. Además, ahora tenemos la experiencia. Los primeros años que compartes piso sueles ser un novato, como con todas las primeras veces, pero aprendes a elegir, con quien sí, con quien no y al final te haces todo un experto, yo, además, que tengo ese don de primeras impresiones, he conseguido agudizarlo hasta niveles extremos, tanto, que a veces me he sentido como Noemí Galera con eso de “Gracias, siguiente”.


Y esta sensación es incansable cuando con quien conviviste dejó el listón alto con tatuajes para la eternidad. Buscamos ese feeling de dúos interminables y noches que se convertían en madrugadas de series adictivas, pero en casi todos los casos, como dice el Canto del loco, ya nada volverá a ser como antes. Por mi vida y por Olite han pasado infinidad de nuevos personajes: químicos, cantantes, modelos, políticos-abogados, filósofos, hosteleros y yo, que me he dedicado a analizar sus comportamientos para poder hacer lo que hago hoy, escribir. Sobre ellos y sobre mí, porque aunque esto haya nacido de mis pensamientos, no sería nada sin ellos, sus historias y su recorrido por aquí.


Por eso es tan difícil encontrar alguien hoy en día, la línea de la aceptación está bastante alta. Pero no os preocupéis, ya hay nuevo personaje entre nuestras filas, y promete, mi intuición de primeras impresione lo dice.




El camino no ha sido fácil, nos hemos sentido como cualquier universitario americano seleccionando a los que quieren entrar a Kappa Kappa Tau o Zeta Beta Zeta, pero ya lo tenemos en casa. Pese a parecer tenerlo controlado, cuando nos enteramos que se quedaba la habitación libre hicimos esquemas mentales de quién si y quien no podría venir a vivir con nosotros. Durante varias semanas tuvimos la convicción de que algún conocido entraría a formar parte de nuestro mundo, pero todo eran compromisos y contratos anuales que había que cumplir. Sin importarme demasiado me embarqué en esas deseadas vacaciones después de ese infernal verano y dejé el tema entre paréntesis, un paréntesis que se alargó hasta finales de mes donde comenzó lo que podríamos denominar como “Olite43, el casting”.


Tiramos de conocidos que pronto pasaron a la incertidumbre y evidentemente al no en nuestra lista de intereses. A través de anuncios online también hicimos bastante selección. Muchos fueron descartados por varias razones:

  • Animales.

  • Juventud.

  • Pareja.

  • Juventud y pareja.

  • Pareja y animales.

  • Juventud y animales.

  • Animales, juventud y pareja.

Con la selección que hicimos de “posibles candidatos”... bueno, para que venirme arriba, la elección vino dictada por el plazo que suponía tener a alguien para poder pagar al mes siguiente.


Pero ahí lo teníamos, Más joven, sí, pero lo justo. Con intereses compartidos entre los realizadores del casting, es decir, entre nosotros. Pero con su propio criterio, gustos y aficiones, que no hay nada peor que convivir con alguien que no tiene personalidad, ya lo hemos vivido.


Nuestro nuevo personaje principal, podría decir protagonista, pero sería quitarme papel a mí y de momento no, tiene que hacer muchos maratones de películas chorra para poder optar al título, es el perfecto desconocido por conocer. No hay que dejar nada al vuelo, que las cosas pueden cambiar, es como cuando empiezas un trabajo y todo te parece maravilloso pero con el paso del tiempo te das cuenta que trabajar dos horas los sábados por la tarde te hace sufrir. Mira lo que pasó con el antiguo inquilino, duró bastante, pero no se escuchó hablar de él, se le otorgaría el nivel de una de las novias de Ted si de “Como conocí a vuestra madre” se tratase. Una aparición que ni estelar, no creo que si hubiese reencuentro estuviese junto al elenco principal. Prosigamos, que me cebo.


De momento hemos empezado bien, con unas cervezas y una caminata de reconocimiento del barrio, como debe ser. Ha superado las miradas afiladas de todos los que conocen o han vivido en estas cuatro pequeñas paredes, ha disfrutado de Camela como si fuese su mejor grupo de reggae y se ha tragado su primer maratón de cine de terror a lo “especial de Halloween”. Una criba que no todos pasaron en su día, esperemos a ver qué hace cuando llegue el maratón “especial Navidad”. Y aunque todo el mundo se atreva a decir que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer nosotros siempre damos la bienvenida a lo bueno que pueda venir y de momento sería una persona a la que podría dejarle mi ropa, que eso ya es mucho decir de mí. Puede que hayamos encontrado al nuevo chico Olite. De hecho, seré positivo por una vez y diré, aun a riesgo de equivocarme, que ya tenemos al nuevo chico Olite43.

Comments


bottom of page