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1x09 Una serie de catastróficas desdichas.

  • Foto del escritor: Sergio Camuñas Gómez
    Sergio Camuñas Gómez
  • 16 ene 2017
  • 3 Min. de lectura

Si estás interesado en historias con un final feliz, será mejor que no leas este post. En este no solo no hay un final feliz, sino que tampoco hay un principio feliz y muy pocos sucesos felices en medio.

Venga, ya ha pasado, hoy todos hablan de ello, incluso sin haberlo escuchado puede que lo hayas sentido, y si no, pues tampoco pasa nada. Es el “Blue Monday” y se supone que tienes que sentirte triste por ello. Pero todo depende de cómo te lo tomes, yo he empezado el día casi atropellando a alguien con el coche, y sin embargo, tristeza no me ha dado.


Pero sinceramente escribo esto en vez de hacer lo que debería hacer, estudiar, que ya se quedará desplazado a mañana, y tampoco tengo un rostro triste en mi cara. Ni si quiera cuando me han dicho que no puedo beber alcohol en un tiempo, ¿será la edad?


El caso es que son las 19:02 ahora mismo y haciendo las cosas tremendamente mal, la tristeza parece que no llega, de momento. Y mira que el día ha sido completo, como el de Baby Binks en El peque se va de marcha, bueno, más bien como el de sus secuestradores. Pero mantengamos la sonrisa como hicieron ante todos los chicos de Project X, y a ellos si que les fue mal.


El día como os digo ha empezado a las 09:00, que dices, bien, no es un madrugón, pero con el frío que hacía era como si lo fuese. Sin desayunar y sin quitarse uno las legañas se dispone a sobrepasar las 09:10 y con ellas, a un señor mayor que se interpone entre el destino y mi coche. Cosas del karma supongo, porque luego al no sentirme mal me han mandado mínimo un mes más sin salir los sábados por la noche, que se puede salir sin beber, pero quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. 09:15


Y la mañana continúa, entre letras y resúmenes. Visita sorpresa a las 12:58 que se traduce en dejarme todo en la biblioteca, y repito, todo. Ordenador, llaves del coche, llaves de casa, mi vida y mi post. La desventaja de pensar que la hora de cierre era a las 13:30 y no a las 13:00. Seguimos.


Café cancelado de las 15:30, horario de biblioteca que pasa de las 16:00 a las 16:30 por búsqueda intensiva de auriculares. 16:50 Comprobante de que los auriculares que he tardado media hora en encontrar no funcionan. Descanso de no hacer nada a las 18:00 y merienda, no una merienda cualquiera, una buena manzana, ahí para hincharse uno, seguido de otro periodo de vacío existencial. 18:32 Mi amigo corrigiendo exámenes realiza su primer suspenso y sentimientos a flor de piel, pero tristeza os aseguro que no.




Queda mucho día por delante, es cierto, pero mis planes derivan en cena a las 21:30 y sesión de Una serie de catastróficas desdichas (la nueva serie de Netflix, que ya por hoy está bien conmigo) a las 22:00, por solidarizarme, porque ya que hoy hay que estar triste, pues a ver como lo pasan mal los demás, así, por diversión, no a modo malo, solo como cuando ves caídas de famosos en conciertos o mejores caídas de modelos.


¿Por qué os cuento esto? Pues no lo sé… puede que hoy no esté inspirado por el Blue Monday, también es verdad que quería empezar el año con una lista de propósitos que después de dos meses dejaría de cumplir, y no lo he hecho, pues no se… puede también que entre mis propósitos estuviese hacer el post de hoy. Lo que sé es que hoy he estado en plan, ¿Algo más me puede pasar? y no me ha ido tan mal, en plan estado de ánimo y eso. A lo mejor esto es como el martes 13 que a mí me va peor en miércoles 14.

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