1x04 The Olite Horror movie show

Estoy de vuelta, sí. Y es que este mes ha sido intenso, pero bueno, hay que mirar hacia delante. Hace unas semanas leí un artículo sobre un estudio que había determinado que “las películas basura” son las favoritas de las personas con alto nivel intelectual. No voy a entrar en esta hipótesis, pero a mi simplemente me encantan, dejémoslo a la imaginación.

Todos vemos, escuchamos e incluso leemos a escondidas. Todos tenemos esos “guilty pleasures”, esos placeres ocultos que son tan nuestros que no queremos que nadie pueda llegar a enterarse de ellos, algo tan íntimo que nos da vergüenza mostrarlo al mundo. En realidad yo suelo ser bastante transparente con eso, solo hace falta entrar al salón de mi casa para ver en la estantería del salón que soy fan del cine “malo”. Si, de ese que va desde las Olsen hasta Duff pasando por Lohan y toda la filmoteca Disney Channel.

No me da miedo admitir que El bar Coyote es probablemente la película que más veces he visto en la historia, y que cada vez que quedo con mis amigos, tras horas de disputas, acabamos seguramente viendo How High, Makinavaja o El retorno de las brujas.

No me malinterpretéis, soy un fanático del cine en general. No suelo hacer distinción o hacer de menos a ningún género, al igual me pasa con la literatura o la música. De hecho puedo llegar a verdaderos enfrentamientos con los cerrados de mente ¿Quiénes somos nosotros para juzgar qué está bien o mal? Para eso están los críticos, los que de verdad saben y publican, aquellos que situaron a Chicas malas dentro de las mejores comedias de la historia en la revista Cinemania, ellos son los verdaderos expertos que conocen el tema.

Es así, puedes pretender quedar bien diciendo: -Pulp fictión, peliculón- o –Memento, tienes que verla-, pero en realidad solo quieres llamar para que traigan comida a casa, mirar de reojo a los tuyos y decir con voz fuerte y decidida: - Americanada, ¿No? -.