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Nadie habla del ¿Y ahora qué?

  • Foto del escritor: Sergio Camuñas Gómez
    Sergio Camuñas Gómez
  • 29 jul 2015
  • 2 Min. de lectura

Volvemos con algo de cine, esta vez la esperanza ha sufrido un atropello con el autobús de la realidad. Como bien se sabe, el cine nos motiva en la mayoría de los aspectos, las versiones incluso basadas en hechos reales suelen dulcificarse para alentar al público, para evadirlo de su propia realidad, que a veces, apesta.


En base a mi experiencia, quiero hablar de en lo que a este corto periodo de tiempo acontece, hablo en nombre de la mayoría de los jóvenes que terminan una etapa para empezar una nueva.


Crecimos con historias de instituto, hasta Quimi y Valle tuvieron un futuro. La universidad parecía sacada de Project X y el fin de carrera auguraba un comienzo prometedor. Tal vez en el mundo de la publicidad como la mayoría de personajes cinematográficos. Esperábamos unas prácticas al menos, tan malas como las de Andrea Sachs en El diablo viste de Prada, pero igualmente prometedoras.



En cierto modo si nos ponemos a pensarlo, casi ninguna película refleja esta situación. Este fin, este ¿y ahora qué? Pues no lo sabemos, intentaremos buscar trabajo, como se ha hecho siempre… en el cine parece tan fácil.


Por norma general las historias de nuestros personajes inspiradores acaban con la graduación en el instituto, probablemente comiencen de nuevo en una hermandad de una impresionante universidad ¿Será eso parecido a los colegios mayores cercanos a la Complutense? Nunca lo averiguaremos. Pero lo cierto es que en un abrir y cerrar de ojos las historias se desplazan a un futuro en el que los trabajos son situados en grandes oficinas, los sueños se han hecho realidad, incluso el amor hace que se replanteen todo de golpe, por eso no hay amor ahora… no tenemos nada qué replantearnos.


Cuando el amor no interfiere, el hándicap es la ambición. Claro, siempre empezando desde un trabajo, inferior, pero igualmente bueno, o incluso malo, el cine es así capaz de convertir a una ama de casa sin estudios en la periodista del momento, espera… ¿o eso es Sálvame? A veces se confunde la ficción con la realidad.


Jóvenes con sueños, no desesperéis, nuestro futuro está aún por llegar, solo que nuestra querida gran pantalla no ha sabido reflejar lo duro que es llegar hasta él.

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